miércoles, 22 de noviembre de 2017

Parada para dar teta

¡Qué gratificante es hacer la revolución en el salón! Eso de compartir un artículo atrevido en Facebook, darle al "me gusta" a las fotos de conflictos armados, y para los más valientes, encenderse en una cena de amigos con el tema de Cataluña.

Y ¿qué decir cuando surge la oportunidad de llevar la revolución a la calle? Ponerse una camiseta con eslogan, sonreír a las feministas que reparten panfletos en la calle. No me digas que no es divertido. Es una lástima que aparte de la ocasional manifestación, no haya en este primer mundo demasiadas oportunidades para protestar cómodamente más allá de Instagram. Yo apenas me depilo, pero más que protesta es vagancia, y el que me conoce lo sabe.

Por ejemplo, una cosa que ya no tiene nada de revolucionaria, (y me da un poco de pena) es sacar la teta en público. Una vez coincidimos varias lactantes en una manifestación por la educación pública, y tuvo su gracia ¡Compañeras! ¡Parada para dar teta! Pero lo cierto es que sin hacer topless jamás, es incontable la gente que me ha visto los pechos y nadie me ha dicho nunca nada. Ni para bien, ni para mal. Creo que el único que alguna vez ha sugerido que podría ser un poco más discreta ha sido mi medio Knedliky. Me giré hacia él ofendidísima y dignísima con mi pezón al aire, rollo Marianne, y ahí quedó la cosa.

He dado el pecho en restaurantes, en tiendas, en transporte públicos y de pie en cualquier lado. Creo que en el único sitio donde me ha dado un poco de corte ha sido en una comida de trabajo. Y en ninguno de estos sitios he tenido que hacer valer mis derechos de madre lactante. Una diría, compañeras, que esta batalla ya está ganada ¿no? Que estamos todos de acuerdo en que dar de comer a tu bebé cuando tiene hambre es lo más natural del mundo.

Pues parece ser que no. Que a una amiga le han llamado la atención por dar el pecho en C&A. Yo pensé que no podía quedar en la vieja Europa un sólo dependiente que se arriesgue al escarnio en las redes sociales por decirle a una madre que se tape, pero al parecer lo hay. Que había clientes árabes o algo así, le dijeron. ¡Como si fuera posible venirse de turista a Alemania y volverte a tu país sin ver una teta, o una ingle, o un cacho de culo! O a lo mejor es que vienen en invierno precisamente porque es la temporada baja de nalgas. En fin. me extraña.

Sé que está feo decirlo, pero me ha hecho ilusión escuchar la historia. Es bonito tener una oportunidad de hacer un poco de revolución, así, cerca de casa.
Porque las que estamos aquí no podremos hacer mucho para cambiar la mentalidad de los jueces en España. Las que vivimos fuera no podemos hacer mucho más que indignarnos ante la mierda machista que nos rodea todos los días. Pero algo sí podemos hacer. Si esto no es una invitación a reunirnos todas a dar el pecho en el C&A, no sé lo que es. ¡Venga, compañeras! ¡Parada para dar teta!

No hay comentarios:

Publicar un comentario